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Estas dos tuvieron un clásico de todos los tiempos el 2015. Meiko y Shirai están en el selecto club de gente que me agrada ver teniendo luchas épicas de esas que terminan con miles de trademark finisher, y reversal del reversal del reversal de cada movida. Además obvio que tienen un high risk muy arriesgado y alguna movida al borde del ring o algo así OMG. Creo que se debe a que las dos tienen más habilidad que casi cualquier luchador/a de este planeta, y que la intensidad que le meten a la lucha la hace ver descarnada y realista. No es una lucha épica bonita con ejecuciones perfectas, es una lucha a todo lo que da, con algunas patadas que no llegan a la zona que deberían, con movidas donde la rival cae como sea, y ataques aéreos que terminan dañando porque golpean a la otra con el tobillo. Estos pequeños elementos, intencionales o no, hacen sentir que este festival de movidas bonitas y rompe cráneos se sienta como una lucha real donde están apuradas por golpear a la otra y no de seguir una coreografía bonita. A eso hay que sumarle que la agilidad de ambas es increíble, además de su disposición al dolor, y las patadas de Satomura son un arma de destrucción masiva. El final es una secuencia infernal de movidas y conteos de dos que está para cualquiera. Esta lucha es genial, y para cualquiera que disfrute cosas como NJPW esto debería ser un MOTYC.
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