La estipulación está excelentemente bien elegida: Por un lado es una lucha de verdad, que Sami se la ganó luego de “aguantar 10 minutos” contra Braun (aún lo encuentro medio tirado de las mechas pero en fin…), y por otro lado, le da tranquilidad a Foley que Sami caerá en la primera maniobra de alto impacto y el castigo no durará mucho. La única lógica ante esto, es que nuestro héroe esté dispuesto a pararse una y otra vez y recibir más castigo, y así más o menos se dio el combate. Sami hizo lo más inteligente posible, trayendo un palo de kendo para atacar a su rival, pero Strowman respondió con golpes y antebrazos que se vieron muy creíbles, pero Sami se levantó una y otra vez, intentó castigar a Strowman en los postes, y al verlo medio noqueado intentó un ataque aéreo, pero Strowman respondió con la madre de los derechazos. Obviamente Sami se siguió levantando, la lucha se fue al ringside, se fue fuera de la arena, con Sami desesperado tratando de conectar movidas aéreas o golpeando con el objeto que encontrara, e incluso lanzándolo contra las mesas junto a la rampla, pero Strowman se levantó. Ya consciente de que la cosa estaba complicada, Strowman dejó de tener piedad con Sami y le empezó a aplicar movidas, y finalmente con dos brutales Press Slam en el ringside, Sami no pudo levantarse. El final se vio brutal, Strowman se vio creíble, y Sami fuerte en la derrota, ya que en una estipulación aparentemente desventajosa, casi le ganó al gigante. Excelente lucha, que por lo demás, mostró que Sami no es sólo saltos y patadas, sino que puede contar una buena historia contra cualquier tipo de rival. Sami es mucho más que un buen crucero y me alegra que al fin lo demostró en WWE.
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