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Nuevamente los Four Horsemen deben entrar a la jaula a combatir a los Super Powers y sus amigos. Esta versión es lejos la más ordenada de las tres, casi que sigue estándares actuales de ritmo televisivo y de buscar MOMENTOS viralizables, y por lo mismo, la lucha es muy buena, pero un peldañito abajo de las otras dos. La lucha comienza una vez más con Dusty y Anderson, lo que hace que Dusty lo deje sangrando hasta que entra Tully. Sorprendentemente, esta vez Dusty logra atacar a ambos, la gente está pero es que vuelta loca. La lucha, como mencionaba, es un poco como las Elimination Chamber, en el sentido que siempre que entra alguien hay un momento para ese alguien, se prepara la entrada para que, por ejemplo, Nikkita entre directo a no venderle los golpes a Flair y contraatacar, Lugar entra y tiene su showcase levantando a todo el mundo hasta que Windham le pega un foul, y así con todos. Demás está decir que todo el mundo sangró. También me llamó la atención que en esta lucha usaron más los esquineros, a ratos pensé que iban a hacer algo con el techo pero finalmente no ocurrió. El final es lejos el más satisfactorio para el público, ya que esta vez es Dusty el que logra rendir a Dillion para darle la victoria a los técnicos. Es una brawl tremenda, llena de sangre, momentos y emoción, pero no es ese caos absolutamente desordenado de antaño, y tiene el problema de la inevitable comparación con el año anterior, pero convengamos que es compararse a una de las mejores luchas de todos los tiempos, sigue siendo una lucha en el rango de las 4 estrellas sin duda alguna, pero se evidencia que el combate necesitaba un pequeño giro, el cuál de hecho sí ocurrió.
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