Esto es lo que más esperaba de todo el conjunto de shows no-WWE y no me decepcionó. El año pasado ambos ya tuvieron una brawl mexicana de esas que uno dice esto sí que es lucha libre, y acá volvieron a hacerlo, pero para mi alegría, con una fórmula distinta de lucha, no se sintieron nada parecidas si bien ambas fueron violentas. Esta vez Psycho fue directo a atacar a Gringo con todo lo que encontrara a su paso, dentro y fuera del ring. Es notable como el público de GCW en distintas ciudades AMA a Psycho, y acá también pasa lo mismo, parece un top face local atacando a un rudo. La lucha obviamente, de parte de ambos, sube el nivel de violencia, tenemos sillazos y puertas, ambos sangrando, aunque Gringo Loco tiene un corte HORRIBLE, y la lucha se vuelve caótica y sucia, con Psycho no dispuesto a bajar en nada el nivel de violencia que lleva, y van luchando y luchando cada vez más lento producto del dolor y del cansancio, y no lo digo como algo malo, sino que creo que la lucha se sintió legítimamente emocionante, por la voluntad de ambos de seguir dándose ataques violentos pese a estar maltrechos, y porque dentro de todos los spots, siempre pareció y se sintió como una lucha, como dos tipos que querían golpearse mucho pero también ganar. Incluso hasta ese demente super C4 sobre una mesa con bloques de cemento se sintió parte orgánica de la lucha. Pensé que Gringo había lesionado de verdad a Psycho, idea que aumentó de probabilidad al ver que luego de ello, Gringo Loco le gana con un crucifix pin que se vio brutal, pero fue un poco extraño ese final tan rápido. Como sea, una lucha así de violenta, espero como mínimo que me dé escalofríos el final. Hermosamente brutal lucha como todas las brawl mexicanas,
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