Otra buena lucha de Esfinge, demostrando que está efectivamente a buen nivel. Esta vez es distinto que la lucha contra rugido, que fue más pausada y trabajando los momentos de alto impacto, en cambio acá todo es intenso, desordenado y suicida, muy suicida, hay una urgencia absurda por tirarle todo al oponente y ganar, y Cavernario en particular se manda de una todo su arsenal más brutal, lo que casi lo deja expuesto al Indian Deathlock, y hay un excelente intercambio de movidas al final, con Esfinge al fin pudiendo aplicar sus buenos lances, pero Cavernario sorprende como cuando alguien gastaba dos finishers en el Smackdown para robarse la movida final del rival. Locura de lucha.
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