Lucha muy arriesgada, en el sentido que hicieron cosas muy distintas al resto y diría que hasta distintas a las que esperábamos de ellos. Tuvieron harto llaveo, menos prolijo y más rudo que el resto de sus colegas, lo cuál es esperable dado que son dos pelioneros, y la lucha tuvo, por lo mismo, un ambiente algo tenso de que en cualquier momento esto se ponía violento, hasta hubo un par de momentos en que Homicide amenazó con mandar a Santana de rostro al fierro del poste, que habría sido brutal. Hay por lo menos dos oportunidades que parecen un KO seguro, empiezan a irse a las manos y hay unos golpes que los dejan mareados, y nunca más se recuperan, son dos hombres con la mitad de sus sentidos intentando hacerse llaves, hasta que Homicide logra dormir a Santana en una STF, con un confuso final en que el árbitro dice que Santana aún está consciente, pero luego que Homicide vaya de nuevo por la llave, el árbitro decide detener la lucha. La gente AMÓ la lucha y ODIÓ el final, me recordó a los primeros Bloodsport en que varias luchas terminaban de forma polémica para darle realismo, algo que habían abandonado, tanto Homicide como Santana se ven frustrados. Me encantó esto, pero creo que tengo que revisitarlo para ver que tal feliz estoy porque fueron por un camino muy inesperado.
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