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Esta lucha tiene una historia excelente. No soy un “experto” en las War Games post WCW, pero sí puedo decir que esta lucha tiene el espíritu de los War Games del 92 hacia atrás, al contrario de casi todos los que hiciera WCW en la segunda mitad de los 90. El feudo de ROH y CZW había sido increíble, nuevamente, no soy experto, pero es el único feudo de “invasión” bien hecho que haya visto en mi vida. La puesta en escena aquí es excelente, los fans de ROH y CZW están separados en las gradas, y el ambiente de guerra es supremo. El último integrante del team CZW era una incógnita, y ROH tiene un “dream team” con tres luchadores violentos (Whitmer, Pearce y Steele), junto a la flor y nata de la lucha libre, Samoa Joe y Bryan Danielson. No obstante todo se fue a la cresta porque Danielson, en el momento más heel de su carrera, traiciona a Joe y le lesiona la pierna a sillazos, y se va. Dejando a Whitmer y Pearce en una situación 4 vs 2. El último miembro de CZW resultó ser Eddie Kingston, enemigo de Hero, lo que no tendrá tanto impacto para el espectador actual, pero en ese momento tenían un feudo igual que Joe y Danielson, y jugaron con el guión como si fuese a pasar lo mismo, lo que fue notable, pero lo que pasó fue algo muy distinto. En reemplazo de Joe y Danielson, suena la música de Kill Bill y entra Homicide. Homicide tenía un conflicto con Jim Cornette y por lo mismo se había mantenido al margen de casi todo este feudo y aquí entró a salvar al equipo y la gente entró en éxtasis. Todo el “Match Beyond” de este War Games es violentísimo. La entrada de Homicide es demasiado buena, cuando Necro va a pegarle un sillazo y éste bota tachuelas en el piso causando que Necro las pise descalzo. El spot es tan gore que la gente está impactada, sólo para que lo siguiente sea que Homicide saca cuatro tenedores de su bota y los reparte a sus compañeros de equipo y comienza una carnicería. Vuelan mesas, sillas, alambres de púas, hay ataques aéreos físicamente imposibles por el espacio que deja la jaula, y una serie de conteos de dos emocionantes. No puedo dejar de destacar que esta debe ser la mejor lucha en la vida de un olvidado Nate Webb que aquí tuvo una performance espectacular, y es de hecho quién recibe la cobertura con una Cop Killah sobre una tabla con alambre de púas, lo que no puede ser un final más satisfactorio para una batalla campal como esta. Si tuviera que “rankear” los War Games, este le pelearía al del 91, no sé si llega a ese nivel, pero al menos se acerca.
Bonus Track: Esta lucha tiene humor de culto para gente muy fan del wrestling, como los fans de CZW gritando “six on five” y los de ROH respondiendo “you can’t count”, ni que decir del detalle de que esta es la primera War Games de la vida en que los face ganan la moneda, sólo porque a Cornette se le ocurrió traer a JJ Dillion para que la lance. Es tan ridículo y chistoso a la vez que resulta brillante.
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