Excelente lucha nostálgica, una clínica de lucha 3 vs 3. Alguna vez Chikara estuvo completamente definida por el feudo entre The Colony y FIST, han pasado los años, Soldier Ant se retiró (aunque los mal hablados dicen que está en WWE, ¡Es una hormiga, por Dios!), Chuck Taylor anda en AEW, pero que va, aún así Icarus se las arregló para armar un genial FIST, joder, Deppen parece haber nacido para ser parte de FIST.

Olvidando todo ello, y si no tienen idea de qué hablo, da lo mismo, esta lucha es una cátedra de como ser rudos y técnicos. Los FIST son increíbles en las secuencias de control, su castigo al brazo de Thief Ant es excelente, tortuoso, y da rabia y ganas de matarlos cada vez que evitan que escape a por el relevo y vuelven a su brazo. Cuando por fin logra darle el relevo a Green Ant, sólo entra a seguir siendo castigado por los rudos con excelentes rendiciones a la pierna, hasta que por fin logra entrar Fire Ant a dominar a los rudos, y saca a Deppen y Travis para tener la lucha contra Icarus que es el encuentro más esperado por toda latinoamérica unida.

De ahí en adelante la lucha es de locos, y se hace extensa en el buen sentido, estamos viendo un revival de Colony vs FIST así que debe parecer ese final de animé que dura varios capítulos, y tenemos una genial lucha de Fire Ant vs Icarus que pareciese va a cerrar esto, pero ambos sobreviven a todo, y luego pasamos a Deppen contra Thief Ant con un Deppen en drogas que masacra a todo el team rival hasta que nuevamente Fire Ant salva la situación, dejando en el ring a Green Ant y Travis que tienen una excelente secuencia final llena de movidas de locura y casi rendiciones con la gente vuelta loca apoyando a las hormigas y abucheando todo lo que hace FIST para llegar a un excelente final cuando Green Ant revierte una rendición con la Chikara Special y eso significa obviamente que este combate se acabó.

No puedo negar, una vez, que hay una alta componente emocional aquí, no puedo sino recordar a Gran Akuma, Taylor, el retiro de Soldier Ant, el KOT que ganaron las hormigas y tantos momentos felices. No puedo evitar pensar en quienes están bajo esas máscaras y amar aún más esta lucha. Gracias por tanto, Chikara, esto fue increíble, como en los mejores tiempos de la compañía. MOTYC sin duda alguna.

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