No recuerdo la última vez que me gustó una lucha de Omega, quizá contra Fénix, pero esta estuvo mucho mejor. Amé esta lucha, ambos salieron de su zona de confort, y eso pasa muy pocas veces. Jericho sacó al stiff nivel Japón que no sacaba desde mediados de los 90, y Omega luchó dentro del ring, sin movidas aéreas o en el borde del ring y una serie de excesos que arruinan la lucha. Jericho trabajó la espalda del rival desde el principio buscando las murallas, y ya con más daño, sus Lionsault y patadas aéreas, mientras que Omega, producto del dolor, tuvo que dedicarse a buscar más movidas de poder y golpes de KO, sus rodillazos al final estuvieron nítidos. Jericho aceptó el desafío y se puso a luchar a golpes brutos, esto hizo que la secuencia final extendida y algo forzada que siempre tiene Omega, acá se sintiera dramática e importante, ambos se veían dañados y cansados intentando dar hasta lo último, más parecía lucha de NOAH o AJPW que de NJPW. Me encantó que Jericho debutara un nuevo finisher para la ocasión, y que fuera un Roaring Elbow, siento que si Jericho cultiva más este estilo, puede tener un ¿quinto? aire de su carrera que pareciera que hace rato anda buscando, lo sentí como una especie de Ohno, menos bruto, pero más carismático. Muy buena lucha, un justo evento estelar.

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