Los Hardys hicieron que me volviera a gustar una lucha de los Bucks. Esta es una lucha de escaleras como debe ser y como todos esperarían, una serie de spots ridículos y asesinos hasta que finalmente alguien maltrecho toma los cinturones. Sin embargo la lucha tiene muchos detalles que la hacen ser un poco más que sólo eso. Primero, no hubo estupideces de parte de los Bucks, no hubo “suck it”, momentos de humor, ni Superkicks sólo para que el público o relator grite, las que utlizaron fueron todas como movidas de desesperación, así que funcionaron perfecto. Segundo, es un placer ver a los Hardys el 2017, ellos llevaron el entretenimiento de la lucha, con Matt y sus expresiones faciales, Jeff como un zombie suicida, y más encima hasta sacan maniobras nuevas en cada lucha, luego de años de criticarlos por repetitivos. Increíble. Y tercero, salvo por algunos pasajes al final, la lucha no fue un caminar constante de un spot a otro, sino que le dieron urgencia por buscar la victoria, no hubo “spot suicida porque sí en buscar de tomar el título”, de hecho el único que estuvo a punto de ocurrir, Nick se arrepintió pero por su momento de duda llegaron a botarlo de la escalera. Fue un buen momento, lo más cercano a una caída falsa en una de estas luchas. Siento que al final la alargaron un poco, y no terminó en el clímax del combate, por lo mismo, me quedo con la de Wrestlemania, pero aún así es una tremenda lucha de este tipo y lo mejor que han hecho los Bucks en un par de años al menos.
¡Sígueme en Twitter para que sepas cuando publico algo nuevo.