Bron ha tenido la dura tarea de comandar el NXT 2.0, nunca es agradable para nadie llegar a un lugar a ocupar el cargo de alguien que probablemente fue despedido, donde han despedido a mucha gente y hasta les cambiaron la oficina. También es un hecho conocido que tienes menos experiencia que los antecesores. Sin embargo, creo que Bron es la carta perfecta por varias razones, pero las que más me interesan están dentro del ring: De todos los luchadores que he visto en NXT 2.0, varios muy buenos, Bron es alguien que maneja muy bien los tiempos, sabe cuando estar en el suelo, cuando recuperarse, cuando hablarle al público, es como que tuviera el guión del Main Event en el ADN. Y además, es de esos luchadores que con poco hacen mucho, y con el tiempo ese "poco" es cada vez más brutal, cada vez recuerda más a su padre, de hecho, aún recuerdo que se le criticó en la Chamber que no se vio tan asesino en contraste a la vieja armada negra y amarilla, hoy en día sí se siente como el tipo a derrotar. Y bueno, al frente tiene a Joe Gacy, un tipo que lleva como 15 años en las indies y que de hecho se caracterizaba por ser un powerhouse de un estilo más de empresa grande, de evento estelar, sólo que siempre en bingo halls y acá se notan sus años de circo. Es tremenda la performance de Gacy, como se hace odiar, como engancha sus trampas, y como hace sentir el final más grande que la vida misma. Nuevamente, he visto muchos estelares de NXT que son realmente memorables, algunos verdaderos clásicos, y no creo que este sea uno de los mejores, pero sí creo que se volvió a sentir como un evento estelar de NXT, lo que no me pasaba desde el 2018, con la honrosa excepción de Balor vs Kyle.
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