Un main event como no ha habido en siglos en un show importante de una empresa grande, menos de una que busca expandirse a nivel mundial volviéndose lo más comercial posible sin traicionar sus raíces. Esto fue una lucha de los 70 a ratos, pero con toques de modernidad suficientes para hacerla digerible al público. Minoru trabajó una zona del cuerpo con un par de llaves, por como media hora, lo que tuvo atento a todo el mundo de una forma que no sé si otro luchador podría lograrlo hoy por hoy en este contexto. El castigo de Suzuki a la pierna de Okada es tan bueno, que nadie se acuerda que Okada maltrató el cuello de MiSu como loco al inicio de la lucha, y las secuencias en que sacrificó el dolor de su pierna para golpearlo son notables, Okada vendió genial el dolor agónico que le producía darle las patadas voladoras. Las patadas que le dio Okada a Suzuki mientras estaba bajo las llaves son brutales, de un nivel de violencia que no puedo creer que Suzuki con sus años lo aguante así y se ría, todo eso queda atrás cuando al final Suzuki cae en desesperación y brutaliza a Okada con unos golpes vuelto un energúmeno que me hicieron asustarme. A veces la lucha es simple, si bien esto duró como 40 minutos, la cosa no es tan complicada, Suzuki castigó la pierna, y a Okada no le importó sacrificarla con tal de poder golpear el cuello, confiando en que su Rainmaker a la larga sería tanto o más fuerte que su capacidad de aguantar el dolor, y así fue. Admiro mucho que MiSu y Okada hayan ido por una lucha tan pura en un mundo cada vez más efectista. De mis defensas favoritas de Okada, si es que no mi favorita.
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