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Esto es más o menos como será el mundo luego de un par de pandemias más. Realmente el escenario es muy post apocalíptico, los 20 humanos que quedan vivos aprovechan de habitar lugares abandonados como este salón de eventos donde alguna vez hubo matrimonios, bautizos o paseos de curso, y su forma de entretención es elegir a tres de ellos y que vayan y se saquen la cresta. Gage, Mox y Younger se mataron por esas 20 personas, hasta Gage se quedó con un dolar que le habían corcheteado en la cabeza para asegurarse que esto valiera la pena. La lucha es un caos entretenidísimo, se golpean por todo el lugar, llenan de sangre las mesas para el pic nic, lo que espero no le haya dado una infección a nadie en el futuro, quiero decir, hasta quedó un pedazo de piel en una mesa. Los golpes con tubos y los sillazos son brutales, y los tres se esfuerzan mucho por meterle movidas y emoción a todo esto, quizá podría quejarme de que Gage es el que está en más "modo deathmatch" y vende menos, pero aún así esto tiene más estructura, clímax, y emoción por ver quien gana que lo que uno se imaginaría de una "triple amenaza ultraviolenta frente a 10 personas". Es una lucha legítimamente buena, brutal, con sus falencias, pero buena, de menos a más y donde se siente el dolor y el daño sufrido al final del combate. Un excelente testimonio de lo que es amar el negocio (o estar loco), que curiosamente, si tuvo recompensa, ya que Moxley estuvo en WWE y ahora es campeón de AEW, Younger es el árbitro favorito de todo el mundo en NXT y Gage pudo al final mandar a la cresta a CZW (y a la cárcel de paso), y tener su propia agrupación para seguir haciendo esto.
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