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Espectacular lucha. Negro Casas hace que un novato Aramis tenga un luchón que no olvidará en su vida. El intercambio en la lona al comienzo de la lucha es para ponerlo en un marco. Luego Aramis se quita la polera para desafiar a golpes al Negro y la lucha se pone más seria. Aramis le luchó al Negro como se debería en estos casos. Con agilidad y muchos golpes alocados apostando al cansancio. Siempre que se ven luchas de leyendas contra jóvenes, el más novato baja las revoluciones o se usa un recurso que justifique aquello, como por ejemplo, un golpe rápido a una extremidad que lo haga frenarse. En este caso Aramis luchó a un ritmo endemoniado mientras que el Negro hizo lo posible por huir o hacer llaves que le permitieran no fundirse lo que nos dio este clásico, con Aramis arriesgando todo con un tope suicida y qué decir de las Dragon Screw de ida y vuelta que fueron emocionantes. Todo esto sumado a golpes brutales y varios intentos del Negro de buscar una cobertura de la nada que tenían vuelto loco al público. Esta lucha representa todo lo bonito de este espectáculo en 11 minutos, acción intensa que te mantiene atento, dos tipos intentando destrabar el puzzle que propone el contrario con un público emocionado por ver cuál de los dos lo consigue. El Negro es de otro planeta. MOTYC.
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