Buddy y Andrade tienen lo que podría decirse una lucha spotera, o indy épica, pero se esforzaron en que fuese una buena lucha. Hicieron buenas secuencias al comienzo, y en cuando empiezan a tirar lances pareciera que, en kayfabe, ambos se lesionaron. Dado su historial y que justo vinieron los comerciales, hubo una ligera, o tal vez gran sensación de realidad en todo esto, y la lucha continúa con ambos con una extremidad menos y apuntando a esa zona del rival, lo que hace que la emoción e incertidumbre de la lucha aumenten exponencialmente respecto a cualquier versión de este tipo de lucha que haya visto casi que en toda la historia de AEW. Había olvidado lo bueno que era Buddy de hecho. Todo esto hace que las coberturas y movidas de la última parte de la lucha, tengan una emoción brutal. Hay una figura 8 de Andrade, qué más se le puede pedir a la vida. Todo bien aquí, un verdadero luchón entre dos habilidosos que decidieron salir a luchar y no sólo a hacer una exhibición, contaron una historia, vendieron, todo bien.
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