Quizá no fue un MOTYC ni nada increíble, pero amé la historia de esta lucha. Básicamente todo lo que hizo Roman, Lashley se lo devolvió mil veces mejor. No fue como las luchas contra Braun, en que presentaron a Braun como un monstruo que aguantaba todo lo que hacía Roman y luego lo atacaba. Acá Lashley se presentó como otro Roman, pero un poco más ágil y fuerte, lo suficiente para que Roman perdiese. Si Roman hacía un powerslam, daba unos cuantos lazos, Lashley se paraba explosivamente para devolver otro powerslam y lazos que se veían mucho más fuertes. Roman intentó todo, pero todo se le devolvió, hasta intentó lanzar a Lashley fuera del ring y casi matarlo en el proceso, joder, si hasta el público que hacía lo posible por distraerse y no ver la lucha soltó un OOOH y luego un silencio sepulcral, sólo para que Lashley se parara, adolorido, pero a seguir golpeando. Eso es buena lucha libre, te mete en la acción. Meltzer me mataría por sonar así de emocionado por un tipo que se arriesgo como no debería por su salud, pero qué puedo hacer, lo disfruté. Al final Roman incluso trata de poner esto violento y lleva la acción al ringside, sólo para terminar siendo arrojado sobre la mesa con un Belly to Belly. El remate de la historia es Lashley ganando con su propia lanza humana, reversando la lanza de Roman. Pese a todo su dominio, el rostro sorprendido de Lashley es notable, es como el equipo de futbol que se preparó meses para este partido y lo logró. Muy buena lucha.
¡Sígueme en Twitter para que sepas cuando publico algo nuevo.