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Cuando uno lleva tantos años perdidos en esta lesera disfrutando este bonito deporte, cuesta sorprenderse aún, quizá por eso me gusta conocer lucha nueva, ojalá bien de nicho, y ese espacio en mi alma lo han llenado las indys japonesas amateurs. Aún es bonito ver lucha libre sin conocer mucho a los luchadores, el contexto o incluso el estilo de lucha de la empresa, no tengo ninguna pista de cuánto va a durar la lucha, de cuáles son sus movidas finales, y cuánto va a durar, y así es como recibo feliz una lucha más bien técnica, algo stiff, todo muy bien ejecutado, pero conforme avanza el tiempo se vuelve una brutalidad desquiciada sin piedad alguna llena de golpes tremendos, terroríficos, hay un rodillazo de Tamu a Asuka en las cuerdas que pensé que lo podía haber asesinado, no sé de donde sale esto, pero empiezan a darse cada vez más fuerte, y Asuka debo decir que vende increíble, hace aún mejor todo, pero todo en la lucha, verlo como zombie te produce al mismo tiempo algo de miedo por si lo lesionaron de verdad, y una sensación épica del tipo que supera todo el dolor para contraatacar. Es una locura de lucha, cada movida o golpe es más descriteriado que el anterior. Hay que verla, de verdad que sí
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